Diario Experimental

Uno de los temas que me ha llamado la atención de mi estancia en esas tierras ha sido su generalizada curiosidad e interés por los occidentales. Muchas veces, en los numerosos viajes que he podido hacer por ese inmenso país, me han pedido como un gran favor que si podía fotografiarme con ellos y sus familias. El resultado es un fichero con más de cien fotografías titulado “Conocidos de no sé qué”. Paso a contaros.

La primera ocasión en que me pidieron hacerme un fotografía con ellos fue en la estación de Pekín en un viaje a Shanghai. Mientras esperaba el tren en el andén se me acerco un grupo de chavales de de 14 0 15 años y en un inglés bastante elemental me dijeron que no habían estado nunca con un occidental y que si no me importaba fotografiarnos juntos, después me enviaron por mail está fotografía. Es la Fotografía 1 adjunta.

A partir de ese momento tuve muchas ocasiones, a veces visitando templos o museos, me pedían primero que si les podía hacer una fotografía con su máquina, pero con frecuencia eso no era más que una excusa para después solicitar una conmigo. Me tenéis así, en la Fotografía 2, en el Templo del Cielo de Pekín, las dos chicas tienen una de esas posturas simpáticas que le gusta hacer para ser más fotogénicas.

La amabilidad alcanzaba a veces cotas insospechadas. En un ocasión, visitando la gran ciudad de Chongqing (de 32 millones de habitantes, en le centro del país, a orillas del Yangtzé), mientras estaba con un estudiante esperando a un profesor en una tetería que amenizaba la estancia con música tradicional, una señora de mediana edad se puso a cantar unas canciones de ópera en honor del visitante extranjero, según me comento el estudiante. Como estaba sola, al terminar le pedí a través del estudiante que nos acompañara en nuestra mesa, cosa que hizo gustosa. En la conversación, a través del intérprete, supe que en su juventud había dudado si dedicarse a la ópera o estudiar medicina, pero que se decidió por lo segundo y ahora trabajaba en el Hospital militar de la ciudad. Al preguntarle por su familia, me dijo que tenía un hijo militar y que su marido también lo era. Al final el marido resultó ser General y ella también. Pensé que cualquier día una Generala te iba a dedicar una canción en una cafetería. Son las Fotografías 3 y 4.

Para terminar os cuento lo que me pasó el último día antes de venirme. Visitaba el museo de las nacionalidades de Pekín. Al acercarme a la cola para sacar el ticket de entrada, una chica de unos 5 años, empujada por su madre, me saludo con un "hello" bien sonoro (eso me pasaba con frecuencia por la calle, los niños te saludan en inglés y las madres se ponen bien contentas viendo lo listo que son sus hijos). En este caso, al sacar la entrada me esperaba la señora y me dijo que si no le importaba que me fotografiara con su pequeña (Fotografía 5) . A continuación me pidió permiso para que el siguiente en la cola nos hiciera una fotografía también con ella, cosa que acepté amablemente, pero el fotógrafo me solicitó que me hiciera otra con su mujer y después otra con los dos, que sacó el siguiente en la cola. Total que tuve que decir a la larga cola, que quizás esperaba seguir haciendo lo mismo, que tenía mucha prisa.